martes, 3 de junio de 2008

El Apocalipsis energético


Lo que en principio fue cosa de frikis y de cuatro profesionales -también políticos- abducidos por ellos y desprestigiados por sus colegas, se está perfilando en los últimos tiempos como el apocalipsis más probable al que se enfrenta esta civilización. Ni los marcianos, ni el meteorito gigante, ni Godzilla; el petróleo.

Puede tomarse a chufla, pero este apocalipsis ha provocado ya dos guerras -las del Golfo, las primeras Guerras Energéticas modernas, supongo que nadie se traga ya a estas alturas el rollo de Sadam malo, pam, pam- y programas serios como Documentos TV o La Noche Temática le han dedicado ya protagonismo. Existen multitud de científicos debatiendo lo que se llama el fin del petróleo barato -no va a, evidentemente, desaparecer de golpe- y las consecuencias para una sociedad capitalista basada en un crecimiento exponencial insostenible. Todos parecen estar de acuerdo en que las energías renovables no serán suficientes para sustituir el oro negro.

Por supuesto, existe el pensamiento tranquilizador de que la tecnología evolucionará adaptándose al progresivo agotamiento del petróleo; es decir, lo sustituiremos por otra cosa. Los más optimistas pueden pensar incluso que esa tecnología ya existe y está en manos de las multinacionales petroleras.

Pero como eso no tiene gracia ninguna, y esto es un blog sobre el apocalipsis, cuando volvamos sobre el tema seremos tan catastrofistas como podamos. Avisaos quedáis.

2 comentarios:

Wildberry dijo...

Eh, yo soy una de esas "optimistas" que cree que la nueva tecnología revolucionaria ya está en manos de las multinacionales petroleras!! (no creo que se arriesguen a perder ni un cachito de mercado. Aunque no sé si eso es muy optimista, la verdad.)

Si no, a qué viene tanto ñoño-anuncio de Endesa y,mmm... otra que no recuerdo...
Tanto "Quiero tener un hijo y él querrá tener el suyo, y bla-bla"...

Eso es que ya han han descubierto algo, fijo!

(Teoría de la Conspiración: otro gran tema :))

Apocalipto dijo...

HA!

Los optimistas pereceréis!